Egresados de la carrera de Ingeniería en Procesos Industriales ayudan a los alumnos a reducir los gastos de sus prácticas gracias a su “modelo de economía circular” 

Por Auxiliar Web

Los jóvenes egresados de la carrera de Ingeniería en Procesos Industriales (IPI) de la Facultad de Ingeniería de la UAS, Miguel Arturo Campos Velázquez, Neffy Ossiel Hernández Ayala y Luis Fernando Zamora Ríos, concluyeron con éxito su servicio social el pasado mes de junio con el proyecto nombrado “Desarrollo de un modelo de economía circular a partir de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos durante el periodo de enero a junio de 2024”. Los objetivos de este proyecto consistieron en recopilar y tratar la basura electrónica, obtener el acervo científico en materia ambiental para el desarrollo de un modelo de economía circular a partir de éstas, así como transformar la problemática en beneficios y oportunidades sociales, ambientales, educativas y culturales, mediante la vinculación de actividades de docencia, investigación y extensión universitaria. La primera parte del proyecto consistió en crear un Centro de Acopio donde los alumnos y el Laboratorio de Computación de la IPI donaran sus residuos eléctricos y electrónicos, como microondas, taladros eléctricos, impresoras, entre otras cosas, de los que obtuvieron motores de corriente directa, ventiladores, switches(interruptores) de 12 o 24 voltios, engranajes, ejes para sistemas de impresoras y resortes. En la segunda parte los brigadistas realizaron un análisis exhaustivo de los equipos recibidos, para así determinar la viabilidad de su funcionamiento y, en caso de que el equipo fuera operativo se evaluaba su venta o se quedaba en la Facultad para sacarle provecho. Por otro lado, si el equipo no funcionaba se desmantelaba y se seleccionaban las partes que podían ser reutilizadas; siendo la mayoría de los residuos destinados para las prácticas de los propios estudiantes. “Nosotros veíamos si podíamos arreglarlos y darle un beneficio a la escuela, ya sea vendiéndolo o usándolo aquí mismo, y si veíamos que no teníamos los recursos para repararlo o no tenía solución lo designábamos para prácticas aquí mismo”, señaló Neffy Hernández. Los brigadistas explicaron que las actividades se desarrollaron en dos ámbitos: el social y el económico, siendo el primero para apoyar a los alumnos de primer grado de la licenciatura que presentaran dificultades a la hora de soldar equipos, como una forma de introducción a la carrera “para que se fueran familiarizando y a su vez evitar que hubiera más baja de alumnos”; mientras que, por la parte económica se buscaba otorgar de manera gratuita el equipo que ellos necesitaran para llevar a cabo sus prácticas culminar su servicio social pudieron concluir que, gracias a eso, ayudaron a un promedio de diecisiete alumnos para que sus prácticas fueran menos costosas, logrando que ahorrarán un total de 4 mil 521 pesos, los cuales hubieran desembolsado en un tiempo estimado dieciséis meses. “Viendo lo poco que les dimos a ellos no parece mucho, pero viéndolo en conjunto sí es bastante”, añadió el brigadista. Para terminar, contaron que, como brigada, lograron restaurar y vender parte de los equipos recibidos, el dinero que consiguieron fue destinado para comprar herramientas o maquinaria que hacía falta y que consideraban esencial. “El dinero fue destinado mayormente a equipos nuevos, a tener mejores herramientas para poder desempeñarnos mucho mejor a la hora de trabajar”, comentó Miguel Campos. Gracias a este proyecto los egresados lograron desarrollar diferentes aptitudes: Miguel Campos pudo desenvolverse más en el área administrativa, pudiendo pensar en diferentes negocios donde pudiera aplicar el modelo de economía circular, así como tener un orden y una estructura; Neffy Hernández, por su parte, aprendió de comunicación interpersonal al lograr resolver problemas; y Fernando Ríos tuvo la oportunidad de conocer profundamente los equipos al desmantelarlos y darles un segundo uso.